lunes, 11 de agosto de 2008

EL CARTEL DE CALI

Los hermanos Rodríguez escribieron en las últimas tres décadas la historia de uno de los carteles de la droga más temidos, no sólo por su aparato armado sino por el poder económico y político que tuvieron. Con la condena de los Rodríguez ¿qué quedó de esta agrupación? Es una respuesta que tiene diferentes lecturas. Las autoridades estadounidenses y colombianas aseguran con vehemencia que el Cartel de Cali quedó exterminado. Sus máximos líderes están muertos, tras las rejas o negociaron con el Gobierno norteamericano. Sólo uno de ellos, Juan Carlos Ramírez, sigue siendo un capo de la droga. Las personas que ocupaban los segundos y terceros lugares se dividieron en pequeños grupos, se asociaron con otros narcos o fueron asesinadas. ¿Cómo era?. Gilberto Rodríguez, máxima cabeza del Cartel de Cali, manejó esta agrupación como una empresa. Ese hecho dificultó a las autoridades su persecución. Eran cuatro los máximos líderes: los hermanos Rodríguez Orejuela, José Santacruz y 'Pacho' Herrera. Pero debajo de ellos estaba toda la estructura del cultivo, procesamiento y tráfico de coca. Cada uno de estos frentes eran tratados como empresas independientes, pero que dependían de los jefes para su coordinación.

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